El pasado 6 de junio se nos fue nuestra querida Inés. Casi todos la conocíamos. A muchos nos hizo la entrevista para ser acogedores y siempre la tuvimos cerca cuando en algún momento encontramos dificultades con nuestros niños. Siempre disponible, siempre comprometida con los principios de nuestra asociación y por encima de todo comprometida con los niños y su bienestar. Incluso en los últimos tiempos, ya muy afectada por la enfermedad, continuó en la medida de sus posibilidades echando una mano.
Su profesionalidad estaba además adornada con su cercanía, su cariño y sensibilidad hacia los peques y las familias que los acogemos.
Inés se desvivió por nuestra asociación y sus miembros durante casi 15 años, siempre de forma altruista, derrochando generosidad.
Aquellos que tuvimos la oportunidad de tenerla más cerca damos gracias por haberla conocido y trabajado a su lado. De alguna forma nos hizo mejores a todos.
Su llama no se ha apagado, continúa viva en nuestros corazones y nos dará fuerzas para continuar con la labor en la que creía y a la que tantos esfuerzos dedicó.
Muchas gracias Inés.
